Correas y Mangueras
Las correas y las mangueras juegan un papel integral en el rendimiento de su vehículo. A medida que las correas envejecen, la goma se vuelve quebradiza y se agrieta. Si la correa muestra signos de desgaste en su borde exterior, esto también es una señal de que deberá ser reemplazada.
Dado que la temperatura del refrigerante es de unos 200 grados, las mangueras que lo transportan son extremadamente importantes. Una falla en la correa o la manguera puede provocar la pérdida tanto de la dirección asistida como del sistema de carga eléctrica, así como un sobrecalentamiento del motor. Si su motor se sobrecalienta, esto puede hacer que las cabezas de los cilindros se deformen, lo que resulta en una reparación muy costosa.
Las mangueras generalmente se inspeccionan en busca de ablandamiento e hinchazón, endurecimiento, grietas, rozaduras y daño por calor. Si se detecta alguno de estos problemas, será necesario reemplazar las mangueras.